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sábado, 12 de noviembre de 2011

Sus ojos

Y nada más existió hasta el próximo tren, el mismo que día tras día ella dejaba pasar para verle una vez más...sentado en el mismo asiento, con el viejo labrador tumbado a su lado.
Una vez más, se sentaría enfrente y observaría la forma tan peculiar de mover su bastón, se fijaría en sus manos con dedos finos y cuidados y esas gafas oscuras que ocultaban unos ojos, que ella imaginaba cada día de un color.....hoy, once de marzo....sus ojos serían verdes.


1 comentario:

  1. No esperaba menos de ti Lola. Realmente emotiva. Gracias por compartirlo con la gente. Aquí tienes otro seguidor incondicional. Esperaremos con ansiedad cada relato. Un beso.

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