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jueves, 5 de enero de 2012

Los jinetes de la noche

La última alma humana que restauré era de una doncella que había sido secuestrada por uno de los jinetes de la noche.
-          Entonces,  ¿es verdad que existen?, preguntó el ayudante del Mago, mirándole fijamente a los ojos.
-          Pues claro que existen, amigo mío
-          Y…¿es verdad que como son unos desalmados se apoderan del alma de los frágiles?
-          Así ha sido, es y será hasta el final de los tiempos. Gracias a ellos subsistimos los Magos restauradores de almas.
-          Maestro, ¿algún día me enseñará los misterios de su oficio?
-          Si, pero antes quizá deberías aprender a montar a caballo....




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