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sábado, 26 de octubre de 2013

Pasado, presente, futuro.



Palabras prestadas:

velero, leído, frutos, caduco y juventud





Pasado:


Sueños de juventud
en la soledad de un poema
leído a destiempo.





Presente:

Lienzo inacabado
bodegón claroscuro
de frutos caducos.







20060524125858-velero.jpgFuturo:

Velero sin viento
varado en la sombra
sin rumbo fijo.

sábado, 19 de octubre de 2013

Me bebería todas sus lágrimas
por no verle llorar nunca más.
Me duele tanto, tanto, tanto
su dolor me duele
y no se calma casi con nada.
Dolor de entrañas lejanas,
de embriones soñados,
de diminutas células divididas,
de niño querido.
Me duele profundo y lento
cuando sufre...¡cuánto se sufre!
le acaricio, le suavizo, le alivio
como puedo...
le rozo levemente con palabras
con símiles, acertijos, frases nuevas
para entender,
para encender la llama
que ilumine su vida y así, la mía.
Tendré que esperar
Porque los corazones rotos
solo se curan con sal de lágrimas.






lunes, 14 de octubre de 2013

Llamada

"Tu estás allí y yo aquí, uno de los dos está en el lugar equivocado."


Te llamo y escucho tu risa,
esa risa que acaricia mis sentidos,
que se estrena sin pudor de esquina a esquina.
Me gusta oír tu voz, aunque
no consigo sentirme menos sola.
En este cuarto casi deshabitado, casi oscuro,
tus palabras lejanas y huecas
transformo en cercanas y llenas de amor.
No hay teléfono que sustituya tu sonrisa
cuando roza mi cara, en ese lugar ambiguo
Donde pasamos nuestras horas.
Hay llamadas de atención que atiende el alma,
única operadora hasta que llega el olvido.


viernes, 11 de octubre de 2013

Plano cenital.



Palabras prestadas: azucarar, @ (o arroba), tarifa, cifra y cenital


He borrado mi foto de tu portátil
ese plano cenital que tu buscabas.
Solo la arroba, fue testigo
de las acrobacias de mis dedos
firmes, en el teclado
tocado tantas veces por los tuyos
tantas casi, como tocaste mi corazón,
abatido ahora y sin sueños dulces
que azucaren mis días y mis noches.
He tenido la delicadeza y osadía
de buscar otra foto para ti.
He hurgado entre archivos y documentos
llenos de cifras y más cifras
y de palabras que yo ya no entiendo.
He buscado pacientemente
una imagen que te haga recordar
otros tiempos vividos
más felices para ti, supongo.
He encontrado una, que me ha gustado
Tú, abrazado a tu tabla de surf, en Tarifa
No es el plano cenital que yo buscaba
Tampoco tu indiferencia será mi olvido.



lunes, 7 de octubre de 2013



Para Cristina


Hoy todo va a salirnos bien
a ti y a mí.
No te regalarán flores, a lo mejor
o bombones de licor.
No pasa nada…
Las flores se marchitan
Y los bombones engordan.
Lo que no se marchitará nunca es la luz
en tus ojillos avispados,
y engordar, engordaremos igualmente
con bombones o sin ellos.
Hoy te sentirás pez, como otras veces
y tienes mucho mar. Lucha por ello.
Pero respira, respira, respira.
Porque puedes ser lo que tu quieras
Pez, elefante azul, tortuga ninja…
y sobre todo, sobre todo,
por mucho que lo leas en algún poema,
no te sorprendas de que te queremos.
No hagas tanto caso a los poetas.







La Funambola de Sonia MaríaLuce Possentini

viernes, 4 de octubre de 2013

Retales



Poema confeccionado con retales de “Ropa De Cama” de Jesús Arroyo.



Revuelvo entre tu “Ropa de cama”
me deleito con tus versos, desde anoche.
Encuentro palabras libres, inéditas,
iconos, puntos seguidos, partidas.
Encuentro sombras, primeros rayos, cicatrices,
Y hasta un desayuno recién hecho.
Nos conocimos tarde y a destiempo.
Esperaré sentada, dentro de mi alcoba,
retirando el embozo de mis sueños
y viviendo tu latido,
no me será difícil amar con ropa de invierno.



ROPA DE CAMA (Huerga & Fierro)

jueves, 3 de octubre de 2013

En una casa de pueblo

Escenarios de historias mudas
de vidas cotidianas, humildes vidas.
Sus habitantes representan la función
tras esos muros de adobe,
donde se esconden espectros de rutinas,
de miedos, de amoríos, de danzas
de festejos, de tormentas, de solanas,
de vida y trabajo, mucha vida.

Barro y paja que ha aguantado
el paso de los años, de una guerra,
de muertes, nacimientos,
de alegrías nuevas de viejas penas.

Casas con corazón en sus esquinas,
con ojos en las puertas y ventanas
que dan la bienvenida al caminante
que despiden a sus muertos en la portada.

Desvanes con estrellas dibujadas
en una techumbre nívea, limpia, almidonada.
Ropa de cama en cajones de madera
con olor a romero y mejorana.
Muebles, sombreros, mil aperos,
canastos con nueces de otra añada,
Sillas viejas restauradas como nuevas
con el barniz de la vida a sus espaldas.
Baúles repletos de ropa,
maletas llenas de recuerdos, vacías de alma.
Sedas, almohadas, telares de ganchillo,
cabeceros de bronce, colchones de lana.

Balcones abiertos al secano
tierra fértil que abre su manos
y te alimenta con frutos
dulces algunos, otros amargos.
Veranos sin calor, tras esos muros
Siestas interminables, ningún ruido.

Patio verde, tinajas, agua de lluvia
racimos de uvas verdes, higos verdes.
Verde y frescor, mucho verde.
Tiestos decorados con primor
pasionaria que trepa y engalana
las paredes de caliza, verde y blanca.


Todo tiene su valor en estas casas
lo inservible cobra vida
y se transforma en algo nuevo
imprescindible.
Ramas de mijo son escobas,
restos de aceite son jabones,
una botella de plástico es maceta.
Si algo se necesita, se inventa.

Se acomodan los objetos
se exhiben los recuerdos
pasado y presente
en una casa de pueblo.