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jueves, 26 de junio de 2014

El taller de Enrique Gracia Trinidad

Me arriesgo a la reprimenda
que recibirá mi menda
por ser tan largo el poema,
pero es que me daba pena
no escribirles algún ripio.
Empiezo por el principio:

El Taller de Enrique Gracia
les quiero recomendar
a los nuevos escribientes
que quieran alardear
de tener muy buena pluma
madera, ganas y más,
que quieran bordar poemas
con hilos de los demás,
aquí,  todos tienen voz,
licencia para opinar:
-          “Yo te quito este adjetivo
-          que poco aporta, verás…”
-          “Yo te pongo aquí una coma,
-          para poder respirar”
-          “Pues yo puntos suspensivos…
-          O mejor punto final.”
-          “No me gusta cómo suena,
-          cambia el verso del final”
-          “¿Y si le pones cursivas
-          a lo que está en la mitad?”
-          “De aquí salen dos poemas,
-           Tres o  cuatro, o cinco más”
-          “¡Qué joven eres chiquilla
-          que todo quieres contar!”
-          “Pues a mí me suena bien,
-          lo digo sin ser pelota
-          al que le toca, le toca…”
-          “¡Ay, mi niña esto no es verso
-          Y tú eres un poco sosa!,
-          esto aquí se llama prosa.”
-          “Pues esto a mí no me encaja
-          se llama poema a caja.”
-          “Me lo tengo que pensar
-          ya veré yo lo que hago
-          me habéis quitado cien versos
-          ¡Ay…yo” pa” esto no valgo!
-          una sola palabrita
-          de mi poema ha quedado,
-          esa palabrita es GRACIAS
-          a todos mis compañeros
-          del taller de Enrique Gracia
-          el más guapo y pinturero
-          de Madrid y mentideros
-          y en especial al más duro:
-          Si, si…es a ti: Arturo.



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