Etiquetas

viernes, 19 de agosto de 2016

Mis ancestros

Ellos, mis ancestros no pisaron la luna
tampoco las nubes, ni la savia negra de los montes.
Escupieron barro en viejos valles,
se amamantaron de luz lejana y triste.
Pasaron hambre y una guerra
sin saber el bando en que luchaban.
Sirenas sin agua ni sal,
puños en alto y sombra  en las paredes
¡ No pasarán!
 pájaros negros pasaron y esquelas blancas,
niños muertos y madres, y abuelos.
Madrastras escuálidas alimentaron  sueños
a soldados sin uniforme en cárceles sin muros.
Encontraron  su muerte en la cuneta
arañando toda la  piel enmascarada.

Ellos, mis ancestros…
conocieron el mar antes de tiempo
cruzaron las fronteras del olvido, sin volver.
Muerte dulce, mala vida,
noches sin color en la distancia,
Cálido viento envuelto en agua clara
escondió los pasos de baile disfrazados
Y un padre solo,  con miel y sin memoria
endulzó los pequeños corazones con sus manos.
Callado, lento, cerca del sembrado.

Y aquí,  en esta misma ciudad, mueren de pena
y se recuestan a la luz de las farolas
los hijos que ya crecieron
y encontraron otros padres y otras madres
Unidos en lo bueno y en lo malo
hasta hoy…
que rozan la nada sus dedos.

Ellos, mis ancestros se cuelan en mis poemas
buscan hueco entre estas letras
se aúpan a las estrofas sin medida
y bajan a lo más hondo de mis versos
Buscan ser inmortales,
mientras…yo no les escucho


y pongo voz a sus ojos diminutos